miércoles, 17 de octubre de 2012

En los momentos de mayor desesperación nos vemos enfrentados a las pruebas; la fe y la paciencia se vuelven de vital importancia y marcan la diferencia entre lo oportuno y lo adecuado.

Cuando por impacientes tomamos decisiones que quizá no son las más convenientes caemos en cuenta de la importancia que tiene una espera paciente. Un ejemplo de ello lo encontramos en el libro de Génesis capitulo 16, en el cual vemos a Sarai, esposa de Abram, en su condición de mujer estéril y deseosa de brindar descendencia a su esposo, se deja llevar por la desesperación del momento y entrega a su esclava Agar a Abram para poder así generar descendencia. Se entiende la intención del acto realizado por Sarai, pero su acelerado actuar la lleva a sufrir el desprecio de Agar cuando se vio embarazada, pues ésta ultima no se midió a pesar de su condición de esclava y genero una afrenta a Sarai.

Se conoce que de la unión de Abram con Agar salio una gran nación  que estaba en los planes de nuestro Padre Celestial, alabado sea por siempre, pero se reconoce en esta pieza de la biblia que las decisiones tomada por desesperación no siempre son las mas adecuadas, mas bien son causantes de afrentas y aun mas desesperación  es por eso que todos somos llamados a esperar y tener fe en nuestro Padre y en su sagrado Hijo. Es importante también entender que muchos de los momentos de desesperación que a diario vivimos tienen su origen en las sutilezas del enemigo, por lo que también somos llamados a tener paciencia, a orar y abrir bien los ojos, para no caer en los sensuales engaños del enemigo, porque esta en una batalla diaria, de minuto a minuto, que debemos luchar con fuerza y fe, porque en que en nuestro Padre encontraremos la victoria.

Alabado sea nuestro Padre celestial YHWH, y su sagrado hijo nuestro Señor, Juez y Rey amado Jesús Mesías nuestro, la gloria, la honra y la alabanza sean por siempre para ellos, y para su santísimo Espíritu Santo, que es nuestro consuelo y guía en medio de tanta oscuridad.