Según nos enseña la biblia, nuestro padre amado realizo su grandiosa obra de creación en 6 días y el séptimo día descanso de la obra que había hecho. Al hombre lo formo del polvo de la tierra y le infundio aliento de vida para convertirlo en un ser viviente, hermosa obra de nuestro Padre Celestial.
Al hombre creado lo coloco en un huerto que El plantó en Edén para que lo labrara y lo guardara, en el hizo nacer arboles deliciosos a la vista y buenos para comer, también coloco el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal en medio del huerto del cual le indico que no comiera, porque el día que lo hiciera moriría.
También nos indica la biblia que a partir del primer hombre Dios creo a la primera mujer a partir de una de sus costillas, siendo entonces ella hueso de sus huesos y carne de su carne, y marcando la unidad que bellamente forman el hombre y la mujer al unirse el pareja, como si formaran nuevamente uno.
El primer hombre y la primera mujer eran completamente inocentes, en ellos no había malicia, desconocían lo que era la maldad, su función era ser guardianes y labradores de la tierra, función que aun se conserva, pero que parece que por la vanidad de nuestro entorno actual hemos olvidado, Dios creo al hombre para ser feliz en su trabajo y en el hallar satisfacción, sin complicaciones ni esclavitudes de ningún tipo, dándonos libertad y rodeándonos de belleza, que diferente de la realidad actual, en donde somos esclavos de idealismos banales y de objetos, que en realidad no llenan plenamente nuestra vida, porque no cumplen nuestro verdadero fin. Sea Dios guiándonos por la senda y llenándonos de sabiduría para poder hacer su verdadera voluntad y cumplir así nuestro verdadero propósito de vida, y alcanzar por ello la verdadera felicidad.
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