miércoles, 27 de abril de 2011

La curiosidad del hombre, su codicia y la desobediencia

La curiosidad y la codicia del hombre pueden ser causales de dolores de cabeza, como vemos claramente en el libro de génesis, capitulo 3, donde nos relatan como Eva se deja llevar de la curiosidad y la codicia, del deseo de conocimiento y hace oídos sordos a la clara advertencia que Dios le había hecho, no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, esta curiosidad y esta codicia es estimulada e iniciada por la serpiente antigua, el enemigo malo, que astutamente se aprovecha del momento e induce a la mujer a comer del árbol, y no solo la mujer participa de este engaño, sino que hace participe también al hombre que también olvida la advertencia y come del fruto. Con esto se abre una especie de caja de pandora, que se lleva toda su inocencia y que les abre los ojos a una realidad desconocida, que parte con el echo de revelar su desnudes, lo que hace que quieran buscar cubrirse y les crea un miedo y una angustia desconocidas para ellos, que les impide poder aparecer directamente ante la presencia de Dios y los lleva a esconderse.
Seres que no tenían conocimiento del miedo, de la angustia, de la vergüenza, del dolor, de un momento a otro y por una jugada astuta del maligno al aprovecharse de su curiosidad y su codicia, son expuestos a una realidad hostil, de la que no tenían necesidad de tener conocimiento, conocer la ciencia del bien y del mal es abrir los ojos al bien y a la maldad, es abrir una puerta que permite la entrada no solo de luz sino también de oscuridad y es tanta esta oscuridad que lleva a la muerte, altera el funcionamiento armónico del hombre, y lo llena de estrés y de angustia, que trae consigo desgaste y enfermedad y como resultado final muerte, porque está demostrado que la mayor parte de las enfermedades del hombre (sino todas) tienen precisamente su origen en esto, en el estrés y en la angustia, que generalmente se producen al conocer el mal, el saber que se puede hacer daño, el saber que se puede atormentar, el saber que se puede esclavizar, el saber que las cosas como pueden salir bien pueden salir mal y miles de otros eventos que entran en la realidad del hombre, que aceleran su desgaste y que le llevan a la muerte.
Y cuando Dios se entera de lo ocurrido y pregunta al hombre que fue lo que ocurrió, el hombre asume parcialmente su responsabilidad y refiere que fue la mujer quien le dio del árbol y el comió, al preguntar a la mujer esta reporta el engaño que le hizo la serpiente, por lo que Dios inicia el juicio por la raíz del problema, que viene a ser la serpiente, y la maldice entre todas las bestias y animales del campo, reduce su dignidad, y pone de manifiesto la enemistad creada entre ella y la mujer, y entre su descendencia y la descendencia de la mujer, y proféticamente le dice que la descendencia de la mujer (nuestro Mesías salvador, nacido de mujer, hijo de Dios) le heriría en la cabeza y que la descendencia de la serpiente le heriría en el calcañar (al causar martirio y permitir la crucifixión y muerte de nuestro Señor le hiere en el calcañar, pero la serpiente seria vencida con un golpe mortal en la cabeza al vencer nuestro Señor a la muerte y cargar y limpiar con su santísima sangre el pecado original, que es precisamente este primer pecado y los pecados que después ocurrieron debido a ese conocimiento de la ciencia del bien y del mal, bendito sea por siempre nuestro Creador por su compasión y amor por nosotros y nuestro Mesías por permitir que en el se diera la voluntad de Dios y se cumpliera su plan máximo de salvación por nosotros)
A la mujer le da un castigo físico, al incrementar sus dolores de parto, y la somete a los deseos de su marido y hace a este señor de la mujer.
Y por medio de hombre entra maldición a la tierra, y hace que con dolor coma de ella todos los días de su vida, que le produzca espinos y cardos y le indica comer las plantas del campo, con el sudor del rostro comería el pan hasta que volviera a la tierra, porque de ella fue tomado y dice Dios "pues polvo eres y al polvo volverás". Cambia entonces la vida del hombre, de ser despreocupada y completamente libre, con el objetivo de ser guardián y señor de la tierra, al inicio de una vida de trabajos forzados, dolor y angustia, para la cual no fue creado, ni era ese el objetivo que tenia Dios para el hombre, pero que se hizo acreedor a causa de su desobediencia, perdiendo el beneficio de permanecer en el huerto del Edén y siendo expulsado de este.
Es muy claro que el amor de Dios por el hombre no termino ese día, pues a pesar del error y el castigo, no maldijo Dios al hombre y a la mujer, antes por el contrario les brindo una esperanza y les vistió con túnicas de pieles.
Tomo también nuestro creador una precaución, al saber que el hombre tenia conocimiento del bien y del mal, y es el apartarlo del árbol de la vida para evitar que viviera para siempre. Puso querubines y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida, este hecho nos aporta un dato interesante y es que la muerte puede ser vencida y que el poder de nuestro Dios puede revertir ese proceso y si es su voluntad permitir la vida eterna, puesto que al parecer al inicio no estaba pensado para el hombre la muerte, y esto lo ratifica con la venida de nuestro Mesías, al vencer este la muerte y resucitar, para gloria y honra de nuestro Dios, nuestro creador, alabanzas y glorias por siempre a nuestro Padre Celestial.

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