De Egipto subió Abram al Neguev, según cuenta génesis 13, era muy rico en ganado, plata y oro. Del Neguev paso a Bet-el, al lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai, en esta zona ya había hecho un altar y en este invocó el nombre del Señor. En este tiempo el cananeo y el ferezeo vivian en esta zona. Lot, que también andaba con el, tenia muchas posesiones y por esto el espacio ya era insuficiente para los dos, tanto que los pastores del ganado de Lot y de Abram discutían, por lo que Abram le ruega a Lot que se aparte de el y le deja escoger el lugar donde quisiera estar para con esto evitar contiendas. Lot escoge la llanura del Jordán, que era tierra de riego como el huerto de YHWH, como la tierra de Egipto en dirección de Zoar, así era antes de que Dios destruyera a Sodoma y Gomorra; los hombres de Sodoma eran muy malos y pecadores contra YHWH. Abram se queda en la Tierra de Canaán y después de que Lot se va YHWH le muestra la tierra que dará a su descendencia y le indica que su descendencia seria como el polvo de la tierra, le dice también que la recorra a lo largo y a lo ancho pues seria para el, por lo cuan Abram va y mora en el encinar de Mamre, que está en Hebrón y allí edifica altar a YHWH.


En este capitulo vemos como Dios premia la generosidad de Abram, al mostrarle la tierra que seria su herencia, luego de que Abram deja que Lot escoja la tierra donde moraría, y como Lot escoge lo mejor que ve a su alrededor, la llanura del Jordán, en su tiempo un lugar fértil y hermoso, lo mejor, por lo cual se dirige a esta zona, según su propia conveniencia, pero no tiene en cuenta las gentes que habitaban en esta zona, solo lo propicio del lugar y el beneficio que le traería.


Dios no solo muestra la tierra que daría en heredad a Abram, sino también le informa que su descendencia seria muy abundante, como el polvo de la tierra, y le dice que recorra esta tierra a lo largo y a lo ancho, Abram obedientemente inicia su viaje y mora en el encinar de Mamre, en Hebrón.


Bendito sea Dios que nos muestra la verdad y nos da guía cada día. Bendito sea su Hijo, nuestro Cristo Salvador, porque por el tenemos esperanza de vida y felicidad.